Los 10 pueblos más bonitos de Baviera, en el Sur de Alemania.
Si has entrado en el este post buscando los típicos pueblos que aparecen en las películas medievales, tenemos que decirte que estás de suerte, porque aquí encontrarás algunos de los pueblos y ciudades mejor conservados de Alemania (y centro Europa).
No cabe duda de que Baviera es una belleza extrema, en el sur de Alemania se encuentran algunos de los pueblos más bonitos que podrás ver: castillos con torres en forma de lápiz; lagos con aguas cristalinas; extravagantes edificios de estilo barroco ornamentado; enormes jarras de cerveza espumosa dignas del Oktoberfest y esas casas con entramado de madera sacadas directamente de Hansel y Gretel.
Baviera es un paraíso para los viajeros, atrae cada año a millones de visitantes a sus ciudades ricas en patrimonio regional y tradiciones culturales. Si estás pensando en visitar pueblos del sur de Alemania, aquí te dejamos las 10 ciudades más bonitas de Baviera. ¡Gute Reise!
Lindau
Situada en una isla de la orilla oriental del lago de Constanza, Lindau está prácticamente a tiro de piedra de las fronteras con Austria y Suiza. Convertida en ciudad imperial libre en el Sacro Imperio Romano Germánico en 1275, la ciudad fue, durante cientos de años, un asentamiento pesquero en la opulenta ruta comercial entre Italia y el Ducado de Suabia.
A lo largo de los años, Lindau ha cambiado de manos entre numerosos grupos políticos y naciones, y las influencias multiculturales prosperan hoy en día. ¿Cuál es la mejor manera de conocer esta bella ciudad? Basta con pasear por ella y sumergirse en los laberintos de callejuelas y casas centenarias, antes de bajar al puerto para contemplar la costa austriaca del lago.
Garmisch-Partenkirchen
Si te apetece disfrutar de la naturaleza bávara, una de las mejores opciones es Garmisch-Partenkirchen, una ciudad que, como su nombre indica, se creó a partir de la fusión de dos pueblos para los Juegos Olímpicos de Invierno de 1936. Ambos lugares tienen como telón de fondo las dramáticas cumbres alpinas y cada uno conserva su propio carácter, antiguo y moderno respectivamente.
Aquí encontrarás algunas de las mejores rutas de senderismo y esquí, justo al lado de Múnich. La zona funciona bien como parte de un itinerario que incluye algunos de los más grandiosos palacios del enigmático «Rey Loco» Luis II de Baviera (nacido en 1845 y encontrado ahogado en el lago de Starnberg en 1886). Entre los mejores ejemplos se encuentran el cercano castillo de Linderhof, el de Jagdschloss Schachen y, para disfrutar de la fantasía del Reino Mágico de Disney, el mágico castillo de Neuschwanstein.
Dinkelsbühl
La espectacular ciudad de Dinkelsbühl se encuentra en la Franconia central, en el tramo norte de la Ruta Romántica. Según muchos historiadores, es la ciudad medieval mejor conservada de Alemania, ya que permaneció totalmente indemne durante la Guerra de los Treinta años y las Guerras Mundiales.
Las fortificaciones medievales de Dinkelsbühl, impecablemente conservadas, protegen más de 800 años de historia. La arquitectura urbana está repleta de llamativas iglesias, casas adosadas y casitas de madera entre sus numerosas y sinuosas callejuelas. Si estás buscando visitar los pueblos típicos de Alemania, este no debería faltar en tu ruta.
Füssen
Füssen es uno de los mejores destinos vacacionales del sur de Alemania, tiene una historia de 700 años y lleva varios siglos en el mapa de los pueblos bávaros de visita obligada. Además, Füssen es el lugar perfecto para alojarse si quieres visitar el famoso castillo de Neuschwanstein.
Se encuentra en el extremo sur de la Ruta Romántica, la cual recorre cerca de 400 km desde Würzburg, a través de escenas de belleza de libro: lagos, viñedos y casas con entramado de madera con jardineras que se llenan de flores rosas.
Hasta la desaparición de la industria en el siglo XIX, Füssen era famosa por la fabricación de laúdes y violines; hoy en día se pueden ver algunos de los mejores ejemplares en el museo de la ciudad. Aprovecha tu estancia para disfrutar de un concierto en el Kaisersaal: los conciertos forman parte del repertorio cultural permanente de Füssen. El romántico casco antiguo tiene un aspecto célebremente encantador, enmarcado por espectaculares picos montañosos y lagos de agua dulce.
Ratisbona
Esta vibrante ciudad medieval (y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO) a orillas del Danubio alberga una impresionante variedad de estructuras históricas que abarcan dos milenios de historia. Ratisbona fue fundada en el año 179, durante el gobierno del emperador romano Marco Aurelio. El río Danubio se convirtió esencialmente en la frontera norte del Imperio Romano.
El campamento de la legión Castra Regina, también conocido como la «fortaleza junto al río Regen», donde éste se une al Danubio, fue la primera huella de Ratisbona. En el año 590 se convirtió en la primera capital de Baviera, acogiendo a numerosos duques, reyes y obispos a lo largo de los siglos. Afortunadamente, Ratisbona se salvó de la trágica devastación que sufrieron otras ciudades durante las guerras, por lo que hoy en día conserva muchos elementos arquitectónicos que ilustran el aspecto que debió tener durante su apogeo.
No puedes perderte la Puerta de la Ciudad Romana, o Porta Praetoria, y el Antiguo Puente de Piedra del siglo XII, con sus 16 arcos marchando sobre el Danubio: un triunfo de la ingeniería medieval.
Würzburg
El escritor Hermann Hesse escribió una vez sobre esta ciudad: «Si pudiera elegir mi lugar de nacimiento, elegiría Würzburg», y en cuanto uno pone los ojos en ella, es fácil entender por qué.
Se trata de una de las ciudades barrocas de Alemania por excelencia. Su historia se remonta al año 686, cuando era un ducado franco y un punto de peregrinación. Del mismo modo, hoy en día, la pintoresca ciudad tiene mucho que ofrecer a los visitantes. Uno de los puntos culminantes es la Residencia de Würzburg, encargada en 1720 por el príncipe-obispo Johann Philipp Franz von Schönborn, que convocó a arquitectos de toda Europa para construir su palacio. Hay frescos del gran artista italiano Tiepolo, nada menos.
Würzburg sigue siendo uno de los más destacados florecimientos de la arquitectura barroca en Alemania. Casualmente, también se encuentra en el corazón de la región vinícola del país, lo que la convierte en un lugar magnífico para degustar vinos de la región; cabe destacar que la cultura del vino local se remonta a la época romana. Busque las variedades de uva Silvaner y Bacchus, y brinde por su buena suerte al encontrar esta ciudad.
Rothenburg
Con una ubicación inmejorable en lo alto de una colina , Rothenburg ob der Tauber es uno de los pueblos más llamativos del sur de Alemania, repleto de edificios medievales y renacentistas supervivientes al paso de los siglos. Este pueblo hará las delicias de los amantes de la arquitectura y fotografía, también es uno de los puntos de la Ruta Romántica de Alemania.
Por razones obvias, es uno de los preferidos por los turistas de las excursiones de un día. Su entramado de fotogénicas callejuelas empedradas, sus casas clásicas inclinadas, y su ambiente de cuento de hadas que atrae a miles de turistas cada año. Las multitudes se multiplican sobre todo durante los meses de verano y el periodo navideño, así que puedes quedarte una noche para aprovechar a conocer la ciudad en calma cuando se hayan marchado los autobuses turísticos.
Algunos de sus atractivos turísticos son la fuente de la ópera, conocida como el Plönlein, el Ayuntamiento, o el Museo del Crimen Medieval (Mittelalterliches Kriminalmuseum), pero sobre todo Rothenburg es un pequeño museo al aire libre.
Bamberg
Si buscas una escapada desde Nuremberg, te recomendamos que valores Bamberg. Una ciudad con encanto y aire medieval que te encantará, por algo su Su Altstadt (casco antiguo) es Patrimonio de la Humanidad.
Se extiende a lo largo de siete colinas en las que confluyen numerosos ríos y sinuosos canales, como escenario que explica que, en repetidas ocasiones, sea votada entre las poblaciones más bellas de Alemania. Las estrechas calles medievales de Bamberg son un placer para los visitantes, que pasan el tiempo en sus numerosos cafés y degustan la cerveza local de las numerosas cervecerías de la ciudad. Pero si lo que se busca es una perspectiva histórica, hay mucho que ver: la catedral de cuatro espejos, la Residencia Barroca y el antiguo Ayuntamiento llenarán tu feed de Instagram más rápido de lo que puedes decir «wunderbar».
Passau
En la confluencia de tres ríos -el Danubio, el Inn y el Ilz- se encuentra el pueblo de Passau: la Venecia de Alemania, es una pintoresca ciudad que ha sido moldeada por el agua a lo largo de los siglos.
Passau ha sido desde siempre un rico centro comercial, conocido por el comercio de la sal de Bohemia (el oro blanco de Europa Central), así como por sus estrechos lazos con el Sacro Imperio Romano Germánico: aquí hay una iglesia desde el siglo V. La pintoresca ciudad fue considerada hace tiempo increíblemente prestigiosa por ser el mayor obispado del país, exquisitamente construido por poderosos príncipes y obispos para formar las sinuosas callejuelas, túneles y grandes arcos, muchos de los cuales siguen en pie hoy en día. Un lugar perfecto para visitar durante un día en un crucero fluvial.
Mindelheim
El pueblo Mindelheim se encuentra en el de Unterallgäu, moldeado por cientos de años de historia. Se encuentra a únicamente 90 kilómetros al oeste de Múnich, por lo que podría ser una buena escapada de un día. Además, está a camino de la ciudad de Lindau, que también se encuentra en esta lista.
La historia más antigua de la Mindelheim se remonta oficialmente a 1365, cuando entró en posesión de los duques de Teck-Owen, pero pronto pasó a manos de los condes de Württemberg. Hoy en día, Mindelheim refleja la estructura de un típico asentamiento medieval, con su muralla parcialmente en pie, su conjunto de iglesias y el ayuntamiento dispuesto alrededor de la plaza del mercado.